PANORAMICA DESDE EL PUENTE
Pasamos por allí casi todos los días y pocas veces nos
detenemos para admirarlo, es el viejo Cuareim nuestro río frontera, fuente
abastecedora de agua, escenario donde han transcurrido buenos momentos de
nuestras vidas. Tan castigado y mal tratado, el cual cobra importancia mayor
cuando se sale de su cauce – algo de lo que no es responsable - y entonces se
vuelve fuente de noticias, causante de problemas, culpable por errores ajenos.
Esta foto del amigo José Eduardo Paz que tuvo esta feliz
idea un día cuando el nivel de las aguas era normal, es una verdadera postal de
algo que está permanentemente a nuestro alcance, la misma hermosa imagen que
los artiguenses que andan lejos, aprecian de una manera muy especial.
Hoy la incorporamos a nuestra página para que todos podamos apreciar los detalles que el agite de la vida moderna no
nos permite disfrutar a menudo.
Si la examinamos a modo de pantalla completa vemos con mayor
nitidez el efecto del viento en la superficie, la estela que deja el bote, los
diferente tonos de verde en sus márgenes y detalles, como el remador sin
camisa, una camioneta en el desembarcadero, el espigón de hormigón en la playa,
que también sirve para darnos la idea del nivel de las aguas.
RIO DE ALGODÓN
Un
domingo a media mañana, el cielo estaba cubierto, caminé por la acera izquierda
del puente hasta la línea divisoria, me detuve en la mitad del cauce y
enfoqué la camarita río abajo, intentando registrar la imagen del campo de
algodón que fluía debajo de mis pies y se alejaba flotando sobre las aguas.
RIO NUBLADO
Al regreso no soplaba ni una brisa, las aguas calmas
del Cuareim se convirtieron en un espejo por donde las nubes se reflejaban mientras lentamente desaparecían debajo del puente. - JSDC





